Hola, bienvenido a mi blog. Desde 1998 he desarrollado amplias responsabilidades y competencias en empresas constructoras, promotoras así como en la fase de proyecto colaborando con arquitectos e ingenieros, especializándome en el cálculo de estructuras. Desde la antropología abordo proyectos relacionados con el patrimonio y aquí iré dejando mis reflexiones y experiencias.
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Ha transcurrido más de un mes desde que se inició la exigencia del certificado energético para todas las viviendas que sean alquiladas o vendidas. Un certificado que debe costear al propietario de la vivienda y que en las circunstancias actuales de crisis se ve como un gasto innecesario. El coste para la certificación de una vivienda está alrededor de los 200 euros y muchos de los particulares entiendo que no estén por la labor de reducir sus ingresos a la hora de la venta.
Recientemente he mediado en la compraventa de un inmueble y junto con mi cliente hemos visitado varias viviendas, cuatro en concreto. A la pregunta de si tenían el certificado energético la respuesta fue que ninguna de ellas lo tenía y el propietario no tenía la intención de solicitarlo, tan sólo se considera un gasto, y parece ser, eludible, debido a que los notarios no lo están exigiendo o hacen constar que no se presentan pero permiten la compraventa, según contó el agente inmobiliario. Frente a esto los profesionales vemos cómo se reduce el escaso mercado de la certificación energética. Si las autoridades con capacidad de sancionar no realizan inspecciones la certificación será un acto voluntario de común acuerdo entre el vendedor y comprador.
Como técnico he de reseñar el poco valor que se le está prestando al certificado, durante la visita a los inmuebles los propietarios, hablaban de la reforma más reciente, de la instalación de aire acondicionado, la orientación de la fachada, que al abrir las ventanas corre mucho aire, en resumen de las ventajas que a su opinión totalmente parcial, ya que sólo reseñan las ventajas, tiene su inmueble pero están desdeñando la mejor de las herramientas para comparar un inmueble con otro que es el certificado energético. Recordemos que este certificado nos indica la emisión de CO2 que tiene el inmueble según sus características de aislamiento térmico con el exterior y las instalaciones que posee para calentarlo y enfriarlo. Es decir una evaluación técnica de la emisión de CO2 que es lo mismo que el consumo eléctrico para tener un grado de confort óptimo. En otras palabras que para estar frescos en verano y calentitos en invierno no es necesario gastarnos mucho dinero en luz eléctrica.
Este criterio neutral que aporta la certificación energética no se le está dando el valor que tiene, los API han de instruir a sus clientes, primero que se ha de cumplir la normativa en vigor y segundo que es una herramienta muy valiosa para poder decidirte entre un inmueble u otro. Decirle al comprador que en la vivienda que va adquirir su consumo es inferior a la de su competencia ha de utilizarse igual que si tiene ascensor o orientación oeste, es decir un criterio más, y en este caso objetivo y realizado por un técnico, para dar valor a su inmueble.
Por el momento mis clientes no se han decidido a comprar ninguna de las viviendas que les han mostrado y por supuesto el certificado no les importa nada, yo estoy tratando de que le den valor a algo que nadie tiene ni pide ni conocen, al menos en la inmobiliaria que hemos visitado.
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El 1 de de junio del 2013 entrará en vigor la exigencia del certificado de eficiencia energética para todas aquellas viviendas que se vendan o se alquilen. El Real Decreto 235/2013 del 5 de abril aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética en los edificios. Las nuevas normativas aplicables en la edificación desde la aparición del Código Técnico tienen tres objetivos claros, el primero es la mejora de la calidad térmica de los edificios a construir, el segundo la promoción y por ello la valoración de edificios con alta eficiencia energética y el tercero la mejora de los edificios existentes mediante el certificado de eficiencia energética y las propuestas de medidas para que el informe plantee.
La eficiencia energética es el concepto que indica el consumo teórico de energía que tienen, en este caso, las viviendas. Mediante una clasificación comprendida entre la A y la G se muestra gráficamente que consumo de CO2 tienen las viviendas. Es decir que una clasificación A sería la de una vivienda con una demanda mínima de energía y por ello una escasa contaminación de CO2 a la atmósfera. Por el contrario la clasificación G indica una vivienda con mínimo aislamiento una alta necesidad de energía y por ello muy contaminante. El espíritu de la norma es la de tener una demanda nula o muy baja de energía y que ésta proceda del entorno más cercano o de fuentes renovables.
Los Arquitectos Técnicos estamos habilitados para realizar la certificación al ser técnicos competentes conocedores del proceso constructivo de los edificios y tener la titulación académica y profesional para la redacción o dirección de obras de edificación. Nuestro contacto directo con la ejecución de las obras facilita el conocimiento de los procesos y sistemas constructivos de las construcciones ejecutadas, por ello nuestros informes serán más precisos en los resultados del análisis que la certificación realiza de la vivienda.
Para determinar la certificación energética de un edificio es necesario el conocimiento de la envolvente térmica del edificio, es decir de las fachadas, medianeras, soleras que separan el espacio habitable del no habitable, de las puertas, ventanas y la carpintería así como los cristales utilizados; las instalaciones térmicas existentes para el agua caliente sanitaria, el sistema de calefacción o refrigeración empleado; por último se han de conocer las condiciones de iluminación y orientación de las fachadas, para conocer el soleamiento en cada elemento determinado.
Un aspecto que se plantea es el coste de estas certificaciones, quien tiene que asumirlo y a cuánto ascenderá una certificación. La validez de este informe es de diez años, salvo que se realicen mejoras y se quiera tener la mejora en la calificación certificada y debe ser el propietario de la vivienda que vaya a ser vendida o alquilada el que asuma el coste de la certificación.
La certificación energética no sólo ha de ser visto como un documento necesario para la venta o alquiler de mi vivienda, es en realidad una herramienta más para comparar dos viviendas de similares características. Una buena calificación es un buen argumento de venta para un piso, una clasificación C indica un menor consumo de energía que necesitará el futuro propietario o inquilino, que si la vivienda tiene está dentro del grupo G. Al igual que los fabricantes de coches hacen hincapié en las emisiones de CO2 de los vehículos en las viviendas tendremos que habituarnos al criterio de ahorro energético e introducirlo dentro de los parámetros de valoración en el momento de la elección de una vivienda u otra.
Si te encuentras en la situación de tener que vender o alquilar una vivienda puedes consultar mi tarifa de precios en la página de servicios y en cualquier momento ponerte en contacto por el medio que consideres.
Al hilo de mi anterior post sobre la Mesa del Patrimonio en Elche, quisiera hacer unas reflexiones.
En primer lugar he de reconocer el interés de la corporación municipal por el patrimonio ilicitano, desde la llega al gobierno municipal han sido varias las acciones tomadas en favor de la puesta en valor del patrimonio local.
De todos son conocidos los dos patrimonios de la Humanidad que han sido señalados por la UNESCO, el Misteri d´Elx y el Palmeral. No es tan nombrado y sabido por la población que en nuestro campo, en la pedanía de Pusol, existe un pequeño colegio que fue incluido por la UNESCO, en octubre de 2009, en el Registro de Prácticas Ejemplares una clasificación que se inauguraba con cuatro menciones, una de ellas al grupo humano que forman el Colegio de Pusol, en esa fecha. Esto hace única a la ciudad de Elche, que es de las pocas, sino la única a nivel mundial, con tres reconocimientos UNESCO. Es poco conocido el Registro de Prácticas Ejemplares y ha de ser más valorado porque que pretende señalar las prácticas que permiten la salvaguarda del patrimonio inmaterial. Recordemos que el Misteri está incluido como patrimonio inmaterial de la Humanidad y muy orgullosos nos sentimos los ilicitanos con ello.
La Mesa del Patrimonio tiene la intención de que personas, asociaciones, organismos, empresas y en general el que quiera participar en la identificación de todo el patrimonio ilicitano tenga esta puerta abierta a hacerlo. La mesa es multidisciplinal y transversal donde aglutinar los esfuerzos públicos, privados y particulares por identificar, catalogar, proteger y salvaguardar aquello que los ilicitanos quieran que lo sea. Es en ello, “lo que los ilicitanos quieran” donde he de mostrar mi primer pero, porque la participación ciudadana es muy positiva, pero hasta el momento no he visto que desde el ámbito de la política esa participación se utilice para lo que los ciudadanos piden, más bien para lo que los políticos consideran es mejor hacer. En la presentación de la Mesa se mostró que la concejalía de Turismo es la “omnipresente”, está siempre presente, permea todas las categorías, parece que la rentabilidad turística y con ello económica ha de ser el criterio por el cual el patrimonio ha de ser valorado. El turismo no es bueno ni malo, pero sí, es importante los efectos que provoca, económicos, ecológicos y culturales en los lugares que se implanta. Ha de ser muy importante la orientación que le demos para atraer a los turistas, no es lo mismo el turismo de Lloret de Mar que el de Cuenca. La orientación turística debe tener las premisas de la salvaguarda de nuestro patrimonio, para que este quede protegido, no por ello inmovil, aislado, como en una urna, y a la vez conocido y difundido, eso que tanto decimos de puesto en valor. Por ello cuantos más ilicitanos estemos implicados, atentos y vigilantes para que el patrimonio que es de todos se valore y proteja según consideremos.
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Enfrentarse a una juicio no es agradable y menos cuando uno de los acusados eres tu. Durante la vida profesional de un aparejador nos hemos visto y quizás nos veremos en esas circunstancias, dado que no siempre depende de tu buen hacer el que resultes señalado por ser el responsable de alguna deficiencia, accidente o error durante la ejecución y vida de una construcción.
Nuestra responsabilidad en la obra y nuestras decisiones quedan ocultas cuando la ejecución de la obra sigue sus pasos sin ninguna incidencia, es cuando existe algún error donde somos señalados por los implicados, con o sin razón, eso lo ha de determinar el juez. Es por ello que debemos hacer nuestro trabajo con la mejor de las diligencias y además tenerlo documentado. El libro de órdenes es la principal de nuestras herramientas en una obra, para que nuestras indicaciones en la obra se cumplan. Todo constructor o promotor conoce la importancia de indicar en el L.O. una deficiencia en la seguridad o cómo, el caso que me trae a escribir esta entrada, el uso de un material inadecuado, en ocasiones nosotros lo olvidamos.
Durante la ejecución de una vivienda unifamiliar el promotor propuso cambiar el material de acabado de la fachada, inicialmente estaba proyectado con un aplacado de piedra en todas las fachadas del inmueble, debido al alto coste de ejecución que esto suponía se optó por realizar el treinta por ciento de la fachada según estaba proyectado y el resto con un monocapa “novedoso”, no quisiera citar marcas pero básicamente era un yeso con aditivos y un acabado de pintura. Yo ante el mi desconocimiento del material delegue en el aplicador y su experiencia con este producto. Este fue mi error, conocido es lo inadecuado que resulta la utilización de yeso en paramentos exteriores, pero tanto el promotor, el arquitecto como yo mismo dimos por bueno el empleo de este “novedoso” material. Al poco de finalizada la obra recibí una denuncia por el gran deterioro de la fachada y por ello he sido juzgado junto con el aplicador.
El resultado del juicio está por salir pero a mi que ha quedado claro que en estas circunstancias es necesario indicar en el libro de órdenes que se utiliza un material inadecuado, esto habría sido el argumento más convincente en mi defensa.
En la actualidad llevo la dirección de obras del proyecto de instalación de ascensor para una comunidad de vecinos. Las características de la obra existente exigía una solución con la menor de las dimensiones, las ordenanzas municipales y el Código Técnico determinan un ancho mínimo de escalera de 80 cm y esto deja un hueco total para el ascensor de 70×120 cm. por ello se ha recurrido a un instalador especializado en huecos reducidos y una estructura portante novedosa.
La primera dificultad que he tenido que solventar ha sido la de encontrar un elevador para un hueco tan reducido, después de contactar con varias empresas ha sido Inapelsa la que nos ha dado la solución. La empresa con origen en la Comunidad de Madrid tiene una buena presencia en la Comunidad Valenciana, sus comerciales conocen muy bien su producto y aportan soluciones para cualquier exigencia del proyecto, así como una espléndida forma de pago a los propietarios.
En cuanto a la estructura se ha proyectado mediante perfiles en “L” 100×100 en la parte trasera donde transmite la carga el pistón y perfiles “L” 80×80 en el frente de puertas. Esta solución disminuye el espacio ocupado por la estructura. Los perfiles en L forman la cuatro esquinas del hueco y quedan arriostrados mediante pletinas horizontales, todo ello forrado con chapa de acero para reducir al máximo el grosor del cerramiento del hueco.
Interesante propuesta a la que adherirse.
La mesa de Patrimonio se presenta en el Centro de Congresos
Elchediario.com
31 de enero de 2013
El proyecto de la denominada Mesa de Patrimonio, es una realidad llevada a cabo por el actual equipo de gobierno desde principios del año 2012, cuyo objetivo es disponer de un gran inventario para poder preservar el rico y numeroso patrimonio de la ciudad de Elche.
En la mesa de Patrimonio están reunidos todos los ámbitos, como el arquitectónico, arqueológico, patrimonio mueble, etnológico, espacios naturales, así como los tres patrimonio ilicitanos reconocidos por la Unesco, el Misteri, el Palmeral y el proyecto pedagógico de Puçol,. Esta es la razón por la cual se intenta coordinar a todos los agentes implicados en el patrimonio, tanto por parte del ayuntamiento como de la sociedad en general, además de identificar y completar el inventario de bienes con los que cuenta la ciudad.
Desde la puesta en marcha de la mesa del Patrimonio a principios del año 2012, se trabaja en el plan salvaguarda, a través de la coordinación interna de distintas concejalías municipales como la de cultura, turismo, medio ambiente, ordenación urbana y Fondos europeos.
El edil de cultura Pablo Ruz, ha explicado que esta nueva fase consiste en dar a conocer el proyecto en sí, y abrirla a los agentes externos para que puedan aportar ideas al trabajo realizado hasta el momento, invitando a centros escolares, universidades, asociaciones del campo de Elche coordinadas por ADR, empresas y particulares que puedan aportar ideas para salvaguardar y promocionar el patrimonio local ilicitano.
Fuente: elchediario.com
